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El oficio de gastropólogo: un paseo por el Raval de Barcelona

Actualizado: 25 jul 2023

Jueves 16 de febrero de 2023, trabajo de campo en la lógica que supone reabrir

“LA LLBERTÀRIA” en el carrer de Tallers 48.

Observación Periférica.

Contextualicemos, son las 19.00hs y me encuentro deambulando por la calle Joaquín

Costa en el barrio filipino de la ciudad de Barcelona. Notando su población extranjera,

ya nacionalizada Ravaleros, en contraste con el turismo que ahí se encuentran

perdidos a la búsqueda atónita de calmar la sed y el hambre.

En paso firme ando observando con mayor cuidado la oferta bar/restaurante que en

esta calle se encuentra. Veo diversidad y fallos, aciertos e igualdades, donde el público

se inclina naturalmente a favor de lo popular y concurrido afirmando las atracciones

que entre humanos se da en ámbitos semipúblicos, semiprivados como son los bares.

No es solo una buena oferta la que cuenta sino también un ambiente propicio donde

sentir la confianza necesaria para dejar en el perchero las caretas del día junto a los

abrigos.


Bar Nº1 “COCTELES REPEINADOS”

Observación Flotante.

Llegando al primer destino, completamente perdido, se encuentra nuestro primer bar

de estudio: un espacio donde el tiempo quedo estancado al igual que su oferta y

encanto. Con una suerte de patrimonializar lo auténtico, mal utilizado, dejan expuesto

un escenario inconcluso y vacío de caracteres atrayentes al público. Sumando a la

ecuación, un mal uso de intangibles provocando un clima incómodo. Sin rastros de

marcas ni huellas en sus mesas encuentro a mi guía de andanzas en esta noche de

estudio. Debatimos como nuestra idea de bar NO debe ser, tambaleantes como la

mesa, donde apoyamos nuestra cerveza.

Observación Participante.

Solo un hombre se encuentra anclado en la barra, de esos que demandan pernoctar

todas las noches, sin sociabilizar. Solo controlando su ángulo de ataque/escape,

pasando el tiempo embriagando el recuerdo de lo que fue un día en esta mundana

vida.


Bar Nº2 “BAR DE BARRIO SIN SOBREACTUACIONES”

Observación Flotante.

En el camino se pactan ideas y refuerzan conceptos que en el segundo bar se

encuentran reflejados. Un espacio agradable donde su portada ya demuestra otro

encanto. Nada extravagante pero acertado, bebemos unas copas y picamos algo.

Una atmosfera alegre converge el bar, música, risas y charlas se pueden escuchar

dejándonos un lugar propicio a relajar.


Observación Participante.

A una mesa de distancia un grupo de amigos entre ellos, chilenos reencontrándose en

Barcelona, con quienes hablamos de cosas que ahora no vienen al caso. Sólo así

afirmamos las grandes diferencias que contrastan con el primer bar, aquel que la

estética lo deriva al elitismo.


Bar Nº3 “EL ËTNICO FILIPINO”

Observación Flotante.

Algo más desinhibidos seguimos nuestra ruta, donde decidimos parar en un lugar

perdido. La etnia del sitio nos deja confusos, sabemos que somos los que no

encajamos, así nos afirma el idioma de su carta. Ordenamos chipirones a la plancha y

otra cerveza, ya sabiendo el resultado de nuestra opinión.

Observación Participante.

Su camarero amigable nos comparte una charla y nos ayuda a entender los platillos

que ofrecen. El público visto solo fueron tres amigos, en su mesa de apoyo cubierta de

botellas vacías, solo centrados en un objeto juguete.

Bar “REFORMULACIÓN DE UN CLÁSICO”


Observación Flotante.

Ya llegando al último destino de esta noche, nos encontramos con una portada. Un

espacio situado en los años 50 donde la arquitectura y decoración persisten casi en su

totalidad.

Pasamos dentro, dos lugares en la barra nos presentan, es un buen ángulo de

observación. Detectamos unos intangibles bien logrados: texturas, temperatura,

música, nivel de luz, todos en armonía, su público lo agradece. Nos sentamos

expectantes, pero sin prisa, dejando pasar tres canciones completas comienzo a buscar

esa conexión visual con la camarera, que pudo notarlo al instante. Su público diverso

en nacionalidades y edades, todos a gusto se puede ver. Es una buena oferta, relación

producto – valor.

Observación Participante.

Disfrutando la noche visualizamos a su equipo, a pesar de los detalles que

encontramos. Que casi dada por finalizada la noche, nos brindaron una cálida

conversación, concluyendo así una atención amigable, supieron tratar a dos forasteros

de la noche.

Se presta algo más de atención por nuestra parte a quien será nuestro gran

competidor. Aun así, brindamos por la buena suerte de la existencia de este

ecosistema protector, en estos tiempos cambiantes.


Martin Daniel Calvo.

1 comentario


Muy bueno! Aunque no tome alcohol ni frecuente bares, dan ganas de ir a conocer esos lugares. Y el que pronto se abrirá también. Éxitos!

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