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Gastropología: Tipología de miradas en el contexto Bar

Puede que se nos haya olvidado la importancia de la mirada. Quizás sea porque a fuerza de presentarnos al mundo desde las redes sociales, hemos o estamos perdiendo la perspectiva espacial que comprende la presencia física de los demás. Son precisamente esos escenarios digitales de filtro y promoción, de autobombo, de complacencia onanista donde todos y cada uno de nosotros proponemos al mundo que poseemos características propias de deidades dignas de culto. Aparentamos ser seres omniscientes, omnipresentes, incluso omnibenevolentes. Una forma total de religión en si misma: Mysterium tremendum.


La mirada es en si misma un canal de conexión directa con los demás, capaz de expresar nuestras emociones. Es a través de ella que podemos transmitir información sobre nuestra subjetividad, y es también a través o mediante la mirada que obtenemos la información del otro: un cruce de miradas vendría a ser entonces la realidad instantánea de descubrir al otro, de ser descubierto. Puede que esa sea la única verdad sensible y nosotros talvez no seamos mucho más que el rostro que sujeta la mirada.


El bar, el restaurante, la taberna, el bistrot son entonces lugares, digamos idóneos, para observar como son las miradas. Desde Gastropología venimos proponiendo tanto una categorización de miradas en el espacio Bar/restaurante como un desarrollo de técnicas para mirar siendo parte del equipo de sala o de barra.

Tipos de mirada:

  • Mirada profesional: Es la que se ocurre entre los ojos y la frente de la otra persona, es la adecuada para relaciones de trabajo o de negocios.

  • Mirada social: entre los ojos y la boca del otro, propone cercanía y cierta relación de confianza. Es necesaria para que se den relaciones de conexión social.

  • Mirada íntima: Se da entre los ojos y el cuello de la otra persona. Aquí se fraguan encuentros de cortejo, escenas románticas, propuestas de apareamiento.


Para el equipo el poder detectar que tipo de negociación se está dando en cada mesa o en la barra es fundamental para proponer tanto la oferta como los tiempos del servicio. El contacto visual adecuado requiere análisis de contexto y técnica de aproximación y presencia, porque en cada situación lo que se está debatiendo es precisamente el juego de estatus, es decir la posición que una persona ocupa en la sociedad o dentro del grupo social que se está representando performativamente.


Simone Weil, filósofa francesa a la que admiro tanto por su obra como por sus decisiones vitales decía que escuchar a alguien es ponerse en su lugar mientras habla, pues quizás observar como las personas se miran sea algo parecido, ponerse en su lugar.Me refiero a penetrar en cada una de las formas particulares que tenemos de ver las cosas, de acercarnos a la realidad cambiante, al momento casual de vivir.


Una mirada que nos permite reconocer al otro.

 
 
 

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